domingo, 21 de agosto de 2011

The Shield: Strike Team Out


Empecé a ver The Shield tras acabar Six Feet Under, por aquello de ponerme al día de series míticas y ayer noche la acabé.



Para los que no sepáis de que va, The Shield está ambientada en el ficticio distrito de Farmington en Los Ángeles, CA. Un distrito donde las bandas campan a sus anchas y la inseguridad ciudadana es el aire que se respira. Para solventar el problema, se instala una comisaria en una antigua iglesia de la zona conocida como "El Corral" y dentro de esta, el Equipo de Asalto encabezado por Vic Mackey es la punta de lanza de esta ofensiva contra el crimen.


Sin embargo, este equipo compuesto por los detectives Mackey, Vendrell, Gardocki y Lemanski hace su juego, como el subtítulo de la serie en español indica "Al margen de la Ley". Mediante el chantaje, la extorsión y otros delitos el Strike Team pretende anular delitos mayores y lo consigue con una efectividad importante. Esta política a espaldas de la ley, creará una serie de conflictos que durante las siete temporadas tendrán ocupados a los protagonistas entre sus intereses personales, los de la comisaría y los de la política, cayendo conforme avanza la historia en un pozo cada vez más profundo.

En mi opinión, la serie, guarda muchas similitudes con The Wire salvo que quizás en esta última la encargada de transmitir la trama es el ambiente de la ciudad de Baltimore y en The Shield el peso lo cargan sus protagonistas, que pese a agruparse entorno a la figura de Vic Mackey tienen suficiente capacidad como para tirar todos de la cuerda (que no hilo) de la serie. Cada episodio y cada temporada son un falso "punto y final" pues el espectador se da cuenta de que en The Shield, nada acaba, todo va sumando peso y más peso al saco de las espaldas del Equipo de Asalto y del propio espectador que sufre junto a él la evolución de sus acciones. Este efecto está respaldado por la técnica documental del rodaje, con la cámara en movimiento continuo haciendo que la persona detrás de la pantalla sea partícipe de la acción en todo momento.


Hasta aquí el artículo sin spoilers, si no le habéis dado una oportunidad a esta serie o la abandonasteis por algún motivo antes del final, os animo a darle un visionado. Garantizo serie de nudo en el estómago y de sensación de vacío en su final. Echaréis de menos la calva de Mackey. Os dejo un trailer, recomiendo fervientemente la versión original subtitulada, hay una gran diferencia.





The Shield tanto para sus protagonistas cómo para el espectador es cómo tirarte a unas arenas movedizas en busca de un lingote de oro. Una vez lo tengas en tus manos intentarás agarrarte a cualquier cuerda que cualquiera sea capaz de lanzarte. Cuando todas las cuerdas se rompen, o dejan de tirártelas, te das cuenta de que el primer error fue tirarte a esas arenas y que mientras has intentado salir de ellas, te has hundido más.

Cada cuerda tuvo un nombre, David Aceveda, Pandilleros, Terry Crowley, Federales, drogas, dinero; y cada persona en ese pozo también lo tenía, el bueno de Lemanski, el fiel Gardocki, Shane Vendrell y el implacable y líder Vic Mackey. Todos acabaron en lo más profundo del pozo, cada uno de forma más trágica que el anterior. Lemanski asesinado por un amigo, Vendrell quitándose la vida y la de su familia por desesperación, Gardocki condenado de por vida delatado por la representación viva de la lealtad y Vic Mackey en libertad, sin familia, sin amigos, repudiado por todos y sin ganas de seguir respirando.


The Shield representa las dos caras de la moneda, la amistad, la lealtad, el honor o el "hacer lo correcto" frente a la supervivencia. Cuando la segunda se impone por instinto animal, nos damos cuenta de que tal vez no era la opción correcta y que no hay vuelta atrás. Eso creo que fue lo que pensó un Mackey trajeado, solo y hundido viendo las sirenas de policía pasar bajo la ventana de su oficina cuando las luces se apagaron.

Sin embargo, The Shield también explota de forma magistral la vía de la empatía del espectador con los personajes, cómo ya hicieron otras series de "protagonista cabrón pero querido" y que tiene su máximo exponente en el fundido a negro de Los Soprano. No podemos ser espectadores sin ponernos en el lugar de los personajes y darnos cuenta de lo difícil de las situaciones que brindan las siete temporadas de The Shield, algunas de ellas, imposibles de afrontar para cualquiera de nosotros. Como el asesinato de Curtis Lemanski y la confesión completa de Vic Mackey frente a la agente Olivia Murray. Los dos momentos que personalmente más me afectaron.



Esta serie de televisión es de las que dejan nudo en el estómago y te enriquecen, sin embargo tantas emociones juntas hacen difícil obtener una moraleja. Después de leer algunos análisis de otros blogeros, creo que lo que a mí me queda es que la supervivencia es un camino de sentido único, implacable y solitaria. De encontrarse la supervivencia en cualquier dilema que tengamos que afrontar, lo tomaremos cómo animales que somos, aún a riesgo de perder el resto de las cualidades que nos hacen seres humanos.

Hasta que no tengamos que atravesar ese camino no podremos descubrir lo que siente Vic Mackey cuando se levanta por las mañanas. Hasta entonces, sólo podemos imaginar e interpretar las consecuencias de su estilo de vida por ejemplo, mediante entradas en un blog.




No hay comentarios:

Publicar un comentario